El ‘porro’ mexicano

cannabis

La Ley General para el control de Cannabis podría permitir la producción y consumo privado de marihuana.

Pronto, los mexicanos podrían consumir marihuana en privado o usarla legalmente para fines medicinales.

El presidente Enrique Peña Nieto está en espera de que el Senado apruebe la Ley General de Control de Cannabis, la cual envió el mes pasado, después de su participación en una reunión especial de las Naciones Unidas sobre el tráfico de drogas.

“Como presidente de México, en esta sesión especial, doy voy a quienes ahí (en un foro en México) expresaron la necesidad de actualizar el marco normativo, para autorizar el uso de la marihuana con fines médicos y científicos… los participantes también expusieron la importancia de elevar, en concordancia con estándares internacionales, la cantidad de marihuana que puede ser considerada de uso personal, con la finalidad de no criminalizar a los consumidores”, reconoció Peña Nieto.

Hasta ahora, los medios internacionales enfatizaron la importancia de esta reforma en el uso terapéutico, pero con este proyecto se está intentando ir más allá: permitir la producción y el consumo privado.

El Congreso de la Unión debe avalar la ley general
propuesta por la Presidencia.

El proyecto de ley fue creada en base a experiencias en otros países, principalmente en Uruguay y España, cuyos modelos están enfocados a consumo personal y a usos médicos, ambos controlados por el gobierno.

En ese orden, los senadores mexicanos tienen que derogar varios artículos de la Ley General de Salud y del Código Penal, donde la producción y distribución de marihuana son castigadas, pero dejan una línea difusa sobre el castigo a consumidores.

Con la reforma, el gobierno busca crear dos dependencias: el Instituto Mexicano de la Cannabis (IMCANN) y la CANNAMEX, una empresa responsable de la distribución.

Adicional a ello, la Presidencia sugiere un impuesto especial para el mercado de la marihuana.

Incluso, el IMCAAN podría aprobar la importación o exportación de cannabis.

“Artículo 9. Son atribuciones del IMCANN: … IV. Autorizar la importación y exportación de la cannabis o sus semillas”, fue escrito en el documento que analizan los senadores.

Alrededor de 4.9 millones de personas, principalmente jóvenes, consumen marihuana en 23 estados de México; pero el uso y el tráfico es un problema serio en 10 entidades, como Jalisco y la capital del país, escribió Yureli Cacho Carranza, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, en su  artículo “Epidemiología del consumo de drogas en México”.

Asimismo, hay estudios sobre los beneficios médicos de cannabis cuando se utiliza en medicamentos contra dolores crónicos, problemas de coordinación motor, esclerosis múltiple, cáncer y VIH/sida, de acuerdo con un reporte del Consejo Nacional contra las Adicciones en México.

En caso de que el Congreso de la Unió apruebe el proyecto de ley, México será incluido en el análisis del Buró Internacional de Control de Narcóticos, que anualmente reporta la producción legal de sustancias y drogas, como la marihuana.

La Ley General para el control de Cannabis busca
cambiar la estrategia contra el crimen organizado.

El problema del tráfico de drogas en México ha dejado miles de muertos y personas desaparecidas.

“Durante 207, 53 municipios registraron por lo menos una ejecución mensual en promedio. Esa cifra aumentó a 84 municipios en 2008, 139 en 2009 y 200 municipios en 2010. Esta tendencia significó un incremento del 277% en el número de ejecuciones registradas entre 2007 y 2010”, reconoció la Presidencia en su introducción del proyecto de ley.

Esos son solo algunos números, pues, como señalé en mis artículos sobre cárteles y drogas, hay decenas de casos de fosas clandestinas, aunado a las alertas a turistas que gobiernos como Estados Unidos y Canadá lanzan anualmente, debido a la violencia en México.

El proyecto de Enrique Peña Nieto es importante, porque después de casi 10 años de guerra contra el narcotráfico, el gobierno está abriendo la puerta a una nueva estrategia, más cercana con las políticas de países como Canadá, España, Uruguay y Holanda.

Ahora el problema está en el Senado, donde hay un retraso legislativo importante, como la aprobación del Sistema Nacional Anticorrupción, por ello el nuevo proyecto de ley podría no ser aprobado tan pronto como se desea.

Al ser una ley general, después del Senado, la Cámara de Diputados deberá avalar la reforma.

¿Cuándo? Esa es una excelente pregunta. El Congreso de la Unión tiene la última palabra.

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