Peña Nieto traicionó a la comunidad LGBT

homofobia

Enrique Peña Nieto prometió la reforma el 17 de mayo, Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.

El 17 de mayo, el presidente Enrique Peña Nieto dio esperanzas a la comunidad LGBT mexicana cuando anunció su decreto para aprobar el matrimonio entre parejas del mismo sexo y otros derechos para ese grupo social.

La idea sonó fabulosa, porque el priista estaba dando seguimiento al veredicto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en 2015 señaló que era anticonstitucional prohibir el matrimonio igualitario.

Por ahora, las parejas del mismo sexo sólo pueden unirse legalmente en la Ciudad de México, Coahuila y Quintana Roo, porque los códigos civiles de esas entidades lo permiten; en el resto del país, los ciudadanos deben pelear por ese derecho ante las cortes.

Emilio Gamboa, líder del PRI –el Partido del Presidente– en el Senado, dijo que este Proyecto no es una prioridad para los legisladores del tricolor. En su opinión, los derechos de miles de personas no son importantes.

El proyecto está en la Cámara de Diputados, pero al ser una reforma constitucional debe aprobarse en el Congreso de la Unión, es decir, por ambas cámaras.

Gamboa le dijo al periódico Reforma que el tema ha causado división entre los diputados federales, por ello consideran innecesario discutirlo. No es prioritario.

“Matrimonios igualitarios, está en la cancha de los diputados. No veo el tema como prioritario. Mi impresión es que hoy en el País no es un tema prioritario y no es un tema que esté presionando la sociedad de México para sacarlo adelante», afirmó.

Pero, ¿por qué considero que el Presidente traicionó a la comunidad LGBT?

Porque, en lucido evento en Los Pinos, le prometió la reforma. Peña Nieto tiene la forma de que se aprueben sus propuestas, pues su partido y aliados son mayoría en el Congreso de la Unión; es decir, si el PRI quisiera aprobar el proyecto podrían hacerlo, no necesitan de otros partidos, como el PAN.


Cómo afecta a la comunidad LGBT:

  • Seguirán sin el derecho a casarse en cualquier estado.
  • Quienes tengan reasignación de sexo no podrán cambiar fácilmente su identidad jurídica (acta de nacimiento, credenciales, pasaporte, etc.)
  • No se modificarán las legislaciones donde se excluye a parejas del mismo sexo.
  • No tendrán acceso a servicios del gobierno, como seguridad social.

Al mismo tiempo de este revés, la iglesia Católica está liderando un movimiento en contra del matrimonio igualitario, aunque no es la primera vez que esa institución lo hace. Los curas no son el problema; lo son diputados y senadores.

En medio de la discusión murió el cantante mexicano  Juan Gabriel. Él era gay; nunca quiso confirmarlo, pero él mismo dijo que no había necesidad de ello.

“Lo que se ve no se pregunta”, expresó en una entrevista.

Durante su último concierto, Juan Gabriel habló del amor, del valor de algunas personas por amar a quienes desean.

En México, la Iglesia, los partidos como el PAN y el PRI consideran que los ciudadanos no avalan los matrimonios del mismo sexo, no avalan a los gays.  Los políticos se refieren a un pueblo que ama, casi glorifica, a un auténtico ídolo LGBT.

Esta es la gran contradicción en México, donde las promesas políticas son sólo eso, promesas.

Deja un comentario